Incapaces de renunciar al móvil
Un estudio publicado el pasado mes de agosto por la empresa británica Luminson reveló que el 85% de los encuestados preferirían renunciar al sexo, el chocolate o el alcohol antes que al teléfono móvil (el 57% prefiere renunciar al chocolate antes que al móvil; el 20% al alcohol; y el 8% al el sexo). La dependencia es tan grande que el 75% de ellos afirmó que no puede estar más de 24 horas sin su móvil.
Parece que el teléfono móvil ya no solo se considera una herramienta de comunicación útil, si no que ha pasado a convertirse en un objeto imprescindible en las relaciones sociales y personales. Nuestra vida social gira en torno a las nuevas tecnologías de la comunicación, hasta el punto que nos parece un sacrificio menor renunciar a formas de relación personal tradicionales (como salir de copas o el sexo) que renunciar al móvil.