Cibercultura y Cultura de la Investigación

Cibercultura y cultura de la investigación
Para un nuevo mundo nuevos conceptos, para un mundo porvenir nuevos conceptos para percibirlo y construirlo, para nuevos conceptos un poco de novedad, de sorpresa, pero también un poco de tradición y sentido común, y para redondear una forma que exprese ambos componentes, lo nuevo y lo viejo en una unión que favorece el tránsito de los límites a las posibilidades. Así surge el concepto de cibercultura, construido por el ya tradicional y complejo de cultura, y la perspectiva innovadora del no menos complejo y más técnico de cibernética. Al unir cultura y cibernética surge el concepto de cibercultura, que ya naciente requiere de una primera definición, de una primera coloración de su fondo y su textura, para mostrar su aportación, su diferencia, su necesidad.

Cultura viene del latín, su primera significación es la de cultivo, agricultura, instrucción. Se compone de la raíz cultus, que significa cultivado, y +ura , que significa acción o resultado de. De ahí el sentido de acción o resultado de cultivar. Y cultivare, verbo latino, significa mejorar y preparar la tierra para que crezcan las plantas. También connota el cuidado en general de las plantas, y la idea de promover y refinar. El concepto viene entonces de un mundo agrario que construye sus sentido con la imagen del trabajo de la tierra, que requiere conocimiento y labor práctica eficiente, para la obtención de un resultado altamente deseado de alimento, herramienta y belleza.

Cibernética por su parte viene del griego y de algún otro fondo indoeuropeo no del todo claro, y asociado al mar, a la navegación, otro oficio básico de la civilización humana. Kibernetes significa piloto, gobernador, Kibernán, timonerar, gobernar, guiar. Cibernética, concepto del siglo veinte, significa estudio de los procesos de mando en sistemas electrónicos, mecánicos y biológicos. A los cuales se puede agregar el de los sistemas sociales y algunos otros. El centro de la noción es el orden comandado, la explicitación de las ordenes que gobiernan un sistema, de la estructura que dirige el movimiento de un aparato. Responde a la pregunta por el conocimiento de lo que compone y organiza, de lo que opera y ajusta, de lo que actúa y aprende.

Y de ahí una primera noción de cibercultura. Acción de mejorar, preparar, cuidar, promover, a los sistemas de conocimiento, instrucción, saber, a partir del estudio de los procesos de mando, gobierno, y guía de esos sistemas. Y en ese sentido una posible propuesta es, estudio de los procesos de mando en los sistemas que mejoran, preparan, cuidan, promueven, al conocimiento, la instrucción, el saber, la construcción, de la vida social, biológica, y mecánica.

La diferencia específica del sentido de la cultura y la cibercultura es la reflexividad, la cultura busca sistematizar conocimiento y competencia práctica en la acción para ciertos fines sociales. La cibercultura busca lo mismo, pero con el énfasis en la mirada en los componentes de orden y organización, no sólo busca conocimiento y competencia, sino la estructura y orden que los sustenta. La cibercultura es una metacultura que incluye a la cultura y la reorganiza. Este es el aspecto central que interesa enfatiza aquí.

Existe una cibernética de segundo orden que es estrictamente reflexiva, que busca mirar a la mirada, estructurar a la estructura, organizar a la organización, sistematizar al sistema, ordenar al orden, reordenar a la reordenación. Como tal siempre construye un segundo nivel de configuración sobre cualquiera otro para observarlo e intervenirlo en beneficio del sistema y en relación con su ecología. La cibercultura se funda en esta cibernética de segundo orden, propone como guía la reflexividad constructiva, creativa, configuradora. En ese sentido tiene una dimensión estética y epistemológica al tiempo que metodológica e instrumental.

La cultura de investigación refiere a todo aquello que puede ser incluido en una configuración de trabajo de indagación, en tanto lo ha construido y lo permite, condiciona, produce. Tiene una connotación de código. Todos los llamados o autonombrados investigadores poseen una cultura de investigación, la que tienen, la que les permite hacer y pensar lo que entienden y perciben como su oficio. La cibercultura de la investigación incluye esta situación y la configura en un espacio tiempo reflexivo, los investigadores miran su oficio, lo sistematizan y lo reorganizan, lo intervienen, lo mejoran, lo complejizan. ¿Cómo?, abriéndose como sistema de conocimiento y de acción práctica, nada les es ajeno, de todo aprenden para reordenar su oficio, todo conocimiento tiene un elemento constructivo que puede ser agregado o integrado al oficio de investigación. En todas sus acción siempre tienen por lo menos una doble dimensión en juego, la que dirige sus pasos hacia el conocimiento del un objeto, y la que reordena sus visiones sobre los pasos constructivos del objeto. Esto adquiere su completa organización de complejidad, cuando se mira desde la colectividad, la comunidad de investigación reorganizándose en grupo, en comunicación y sistematización de información en redes que construyen circuitos y flujos de conexión entre todo los integrantes comunitarios. En el ámbito de la cultura de investigación la soledad es posible y la comunicación es un lujo. En el ámbito de la cibercultura de la investigación la soledad es un anacronismo raro y la comunicación es la forma cotidiana de vida .

10 noviembre 2009. Etiquetas: , , , , , , . General. No hay comentarios.