Camino del fin de las pequeñas dudas
La Universidad de Málaga ha creado unos robots inteligentes capaces de reconocer una canción con sólo silbarla o tararearla. La anterior semana hablábamos de la comodidad de Internet en el móvil para aclarar dudas que nos inquietan en cualquier lugar, pues bien, si esa duda que te asaltaba era una canción y no sabías el nombre de poco servían los buscadores… Pero puede que ese pequeño problema tenga fecha de caducidad. De momento, la serie de robots forma parte de un proyecto universitario y no están al acceso de todos, pero si esa tecnología acaba siendo común e integrándose en ordenadores, móviles y demás dispositivos, podremos olvidar esa sensación de incómoda impotencia cuando la mente nos falla. Además de darte el nombre de la canción, los robots la clasifican y te sugieren títulos que podrían encajar también en tus gustos musicales. No deja de sorprenderme la cantidad de herramientas que se están desarrollando para hacernos la vida más fácil, gracias al avance tecnológico. Muchas de ellas, como la que comentamos, tienen funciones superficiales o poco relevantes, pero contribuyen a nuestro bienestar y comodidad. A este paso, en unos años las personas podremos dedicarnos solo a reflexionar sobre dudas existenciales, pues la respuesta al resto la tendremos al alcance de la mano.
Culturas Urbanas Virtuales
Las Culturas Urbanas Virtuales (CUV) son consecuencia de los grupos humanos que usan Internet como vínculo y espacio principal de comunicación de sus actividades sociales urbanas. Ahora en un nivel superior y organizado las redes sociales y algunas webs en Internet son tecnológicamente más eficaces y organizadas para agruparse y relacionarse con otros jóvenes. Algunos grupos que comparten CUV son los skaters, los rollers, los emo y los grupos de intercambio musical y difusión underground como músicos hardcore, ska, electrónicos. Pero, existe actualmente un nuevo grupo urbano: los floggers, se consideran la primera tribu de nativos digitales. Los medios forjan su identidad y, por tanto, se considera la tribu urbana más mediática. Como su nombre indica, flogger viene de la palabra flog o fotolog, lo que significa que para ser flogger necesitas pertenecer a esta comunidad en la red.
Obviamente no todos los que publican su foto en un fotolog son floggers, hay que hacerlo con bastante regularidad y a veces de manera obsesiva. Los miembros gratuitos sólo pueden publicar una vez al día, mientras que los que pagan, los miembros Gold, pueden subir su foto varias veces. Además de subir las propias fotos, hay que dedicar tiempo a pasar por otros flogs, dejar comentarios y lograr viralidad.
Esta moda adolescente viene de Argentina y se ha vuelto muy popular entre los jóvenes. La dinámica del flogger es tener cuantos más comentarios y “amigos” en fotolog, ya que esto indica popularidad. Actualmente el ídolo máximo flogger es Cumbio, una chica de 17 años a quien se la conoce como la “madre flogger”. Cumbio “pasó” por más flogs y ganó la partida. Ha sido descubierta por publicitarios y encabeza la campaña argentina de Nike Sportwear.
Aunque principalmente se relacionan a través de la Red, los floggers existen tanto dentro como fuera de la red (al menos los argentinos) se juntan en centros comerciales, destruyendo el mito de que las amistades por ordenador no son de verdad. Se hacen fotos, se preguntan el nick del fotolog… además físicamente se distinguen por el pelo y la ropa, ya que siguen unos cánones similares de moda (pantalón pitillo, colores llamativos…). Esta tribu urbana ha nacido como consecuencia del uso de las nuevas tecnologías. No olvidemos que el fotolog no es más que la forma digital de los antiguos diarios de papel.
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